septiembre 16, 2007

Héroes del Silencio. Crónica del Concierto del Exceso

“Muy buenas noches Guatemala, teníamos ganas de veros de las caras ya”. La frase fué casi idéntica a la que pronunciaron tal día como hoy once años atrás. El 14 de septiembre del 96 Héroes del Silencio actuaron por última vez en la capital de este país, en esa ocasión en la Plaza de Toros. Ahora, lo que para muchos era un imposible ha dejado de serlo, los Héroes han vuelto a los escenarios tras más de una década de silencio y los chapines, nombre con el que se denominan los guatemaltecos, hemos sido los primeros testigos del regreso.

En las puertas del Estadio del Ejército, la gente se agolpaba desde el día anterior. Afortunadamente, las previsiones de lluvia solo se cumplieron el viernes, y durante todo el concierto la temperatura ha sido especialmente agradable. Más que una fila para entrar al recinto, daba la impresión de estar en un festival temático sobre Héroes del Silencio, puesto que no faltaban los puestos de cerveza, camisetas, comida o merchadising, ni los grupos de seguidores que, radiocasete en mano, ponían una y otra vez las canciones de Héroes para calentar el ambiente.




Una hora más tarde de lo previsto se apagan las luces. Suena esa preciosa versión de Song to the Siren original de Tim Buckley en la voz de This Mortal Coil, la misma canción con la que abrían sus shows años atrás. El tiempo retrocede en nuestras mentes y la tranquilidad de esos acordes contrasta con los gritos entusiasmados del público. En el escenario hay dos pantallas gigantes en los laterales, que al ser de un material flexible, hace que las imágenes se vean de forma distorsionada a causa del viento y cuatro más sobre el suelo donde se alternan los momentos de directo con otras imágenes programadas para la ocasión. Arrancan con El estanque. El delirio es contagioso, todos empujan para estar un centímetro más cerca, las pantallas comienzan a subir hasta el techo y aparecen Enrique Bunbury, Joaquín Cardiel, Pedro Andreu, Juan Valdivia y su hermano Gonzalo en el papel de “quinto héroe” en este tour de reunión. Enrique viste pantalón y chaqueta de vinilo. Negro por supuesto, es el color oficial del grupo. En la camiseta de Juan leemos Las líneas del Kaos. Joaquín lleva su característica cinta negra sobre el pelo y el logo de Héroes del Silencio preside la batería de Pedro Andreu, así como miles y miles de camisetas del público. Los había venidos de El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica, España o México. De todos ellos se acordó el grupo cuando dedicaron La Sirena Varada a todos los hermanos centroamericanos.

Enrique se mueve de un lado a otro del escenario, corre, se agacha, se adelanta utilizando el escenario en forma de T que sobresale de la parte principal, se sienta, se pone de rodillas e incluso repta. Está entregado y el público también. Eso contrarresta los pequeños desajustes que se notan en el sonido en las primeras canciones. Algún instrumento fuera de tono, incluso de tiempo, pero nada destacable comparado con la adrenalina que se desprende canción a canción.

“Hace veintitantos años –explica Bunbury- éramos 4 chamacos buscando sitios donde tocar… veníamos de grupos diferentes y un día decidimos que cuatro corazones no latían lo suficiente por separado y que era más fuerte uno solo” Esa confesión sirve de precedente a la presentación de la banda, quienes uno a uno se acercan al segundo escenario, el que está ubicado en el cruce de la T, donde interpretan seis temas. Emotiva la de Apuesta por el Rock and Roll, con Bunbury reclamando más atención para este género en las radios guatemaltecas. También hay tiempo para la nostalgia al presentar Héroe de Leyenda y recordar sus comienzos en Zaragoza. No más lágrimas cierra esa parte del show, sin los gritos en falsete que se oían en el disco, y con una interpretación fiel a la original pero más acorde a los tiempos que corren.

La especulación sobre cómo afrontaría la guitarra Juan Valdivia después de sus problemas con la mano y el parón del grupo quedaron despejados en temas como Entre dos tierras (con el público haciendo pogos). Cierto es que el apoyo de su hermano Gonzalo se agradece, y además se le notaba disfrutar tanto del momento, que se contagiaba, pero en algo coincidían casi todos los seguidores: Juan sigue siendo un maestro.



Bunbury vuelve a sacar su armónica, y comienza una introducción diferente e irreconocible que acaba dando paso a los acordes de Maldito Duende. Estamos en la parte fuerte del show, llega Iberia Sumergida y un grito esperado, el de Avalancha, que Enrique ruge a capela antes de dar paso a la canción que dio título a su último disco de estudio como Héroes del Silencio. En el estribillo los efectos pirotécnicos inundan seis puntos distintos en el escenario, cuatro atrás y dos delante. Es la forma de despedirse, pero hay más.

“Hoy es un día muy difícil para nosotros, después de tantos años tocamos delante de ustedes… Perdonen todos nuestros problemas… pero para nosotros ha sido un placer hacerlo delante de ustedes. Estamos muy agradecidos”. Bunbury se disculpaba para iniciar el bis, aunque las veinticinco mil personas que abarrotaban el estadio apenas se habían percatado de esas pequeñas dificultades, ellos estaban más pendientes de, por ejemplo, intentar subir al escenario, cosa que consiguieron dos seguidores, aunque eso sí, no les duró mucho la aventura, porque los de seguridad tardaron milésimas de segundo en sacarlos de en medio.

Bendecida marca uno de los momentos álgidos del concierto, aunque la despedida con humo y confeti al final de La Chispa Adecuada nos hace pensar que no se puede mejorar el espectáculo. Pero se podía. En un segundo bis recuerdan El mar no cesa, Tumbas de Sal y En los brazos de la fiebre. Llevan veinticinco canciones, dos horas y veinte minutos de concierto. Enrique ha salido con un cañón de luz enfocando al público, y termina aplaudiendo él a los guatemaltecos. El aplauso es recíproco, el sueño se cumple y como sorpresa final, fuegos artificiales. Como los Rolling Stones, pero en este caso solo han vuelto una vez… de momento.

Así arranca el primer tema del concierto, "El estanque", con las siluetas de Enrique Bunbury y Juan Valdivia, ambos tocando sus guitarras.



La fiesta empezó días antes, esto es el cierre con broche de oro que esperabamos. Acá van más fotos, tomadas algunas en las afueras del estadio y otras en Rock'ol Vuh.

Calentando motores.....

septiembre 09, 2007

Bienvenidos a la AVALANCHA!!!

El escenario ya casi esta listo, los hermanos centroamericanos a punto de arribar al pais, las banderas listas, la fiesta preconcierto va a estar a reventar. La gira del proximo milenio es ya una realidad.

Las T-shirts seran un recuerdo valioso y cobraran mas valor al transcurrir el tiempo. No cabe duda que la banda ha hecho uso de su increible creatividad, por la diversidad de disenos que estan circulando.

Del primer concierto en Guatemala hay un material con el nombre de Leyenda Maya, un disco que tiene la propiedad de erizarte la piel al escucharlo y lo increi ble es que esta experiencia vuelve a repetirse. En Guatemala estamos listos para la Avalancha!!!!!!.....

Portada de Leyenda Maya


Fotos del escenario en Guatemala

septiembre 02, 2007

Rock'ol Vuh. Propuesta para el rock guatemalteco

Para el medio rockero nacional, artistas, bandas y la enorme audiencia de éste género musical es muy fácil ubicar a Sergio Fernández, mejor conocido como "Taz", ya que lo identifican por haber compartido momentos especiales que sólo se pueden vivir al pisar un escenario con grupos como : Yttrium, Bohemia Suburbana y particularmente los Últimos Adictos.

Precisamente en esta banda, es donde se enfrenta a la realidad de la violencia que nos azota y la cual cobra la vida invaluable de dos amigos entrañables: Ricardo Andrade y Gabriel Rivera. Este lamentable suceso lo impacta, pero también lo fortalece para abrazar el compromiso de trascender y provocar propuestas que se conviertan en agentes de cambio para construir e hilvanar una sociedad diferente, que ha sido por tanto tiempo postergada y que tiene un llamado urgente.

Todo esto a través de sus dos grandes pasiones: el amor por su tierra y la música que le recorre sus venas y que al ritmo de su corazón le demanda utilizar ese fuego para crear y concebir un nuevo concepto alternativo de rock nacional; así nace Rock'ol Vuh.

Las raíces milenarias de nuestros ancestros cobran vida para fundirse en el género irreverente y contestatario del rock, es decir se hace una simbiosis de historia, pasión y ritmo para dar a luz una nueva propuesta de identidad nacional.

Surgiendo entonces el alma mater del rock nacional: El Rock'ol Vuh, cuyo nombre inmediata e inevitablemente evoca al rock y a las raíces guatemaltecas, y que etimológicamente podría referirse al libre de los anales del rock.
La propuesta: un restaurante-stage-bar con un concepto definido en el cual se imprimen características que lo hacen único y especial. Empezando por su diseño arquitectónico y visual, el cual se traduce en un hibrido en donde confluyen nuestras raíces mayas expresadas en un estilo moderno y vanguardista, creado por profesionales que aportaron su talento explotando al máximo su creatividad y experiencia. Destaca entre ellos la propuesta fresca y creativa de Visual 1 Studio, bajo la batuta de Oscar Volpe, arquitecto con amplia trayectoria específicamente en el campo del Mercadeo Visual, Decoración de Interiores y quien posee un alto concepto artístico y creativo y que tuvo a bien ponerlo de manifiesto en la concepción del ROCK'OL VUH con el apoyo de su equipo conformado por diseñadotes gráficos como Sergio Cermeño, el artista y muralista Elman Vargas, Gustavo Rojas en el diseño industrial y otra gente excepcional que en todo momento ofreció sus manos, logrando un espacio único y sin referente en la historia nacional.

El ambiente, su diseño y la exhibición de diversos instrumentos, trajes, piezas y fotografías provenientes de las bandas, lo convierten en un autentico museo de leyendas del rock nacional, que no se habría logrado sin la valiosa colaboración y aporte de objetos de los mas importantes músicos.
El enorme escenario adecuado y diseñado visual y acústicamente será la mejor plataforma para la música en vivo, abierto a propuestas nuevas, consagradas y combinadas.

La parte técnica en cuanto a audio, iluminación y stage, estuvo a cargo del Ing. En audio e Iluminación Antonio Aragón y el invaluable apoyo del Stage-manager Carlos Franco "Pasaco", ambos, ampliamente conocidos por el medio nacional e internacional por la calidad de su trabajo y trayectoria con las bandas del genero rockero. Las presentaciones visuales en pantalla gigante y la mejor música de ambiente combinaran el mas amplio espectro del rock de todos los tiempos.

Sin embargo, la visión de instaurar un nuevo concepto musical incluyente otorga la importante e innovadora versatilidad de proveer el espacio para que otras expresiones artísticas puedan presentar e incluso contar con un lugar de respeto para dar a conocer sus propuestas, lo cual significa un aporte importante para todo el medio ambiente artístico, que se ve minimizado por no encontrar o disponer de espacios actualmente. A este respecto cabe destacar que artistas de la plástica, de la talla de Víctor Manuel Gallardo y Giovanni Pinzón de Bohemia Suburbana plasmaron obras que embellecen las paredes del Rock'ol Vuh. También se puede apreciar el trabajo del talentoso artista Saúl Chicas. Artistas Gráficos como el reconocido fotógrafo Kart Zerlein dejan ver en su excepcional trabajo como parte del recorrido de la historia del rock nacional a través de sus fotografías.
De más está decir que el servicio de bar y restaurante se ha capacitado y esmerado para satisfacer los gustos más exigentes conjugando calidad de producto y de servicio, lo cual hará que sea en un corto plazo el lugar consentido de los guatemaltecos y extranjeros que disfruten de divertirse en un ambiente exclusivo y original.

Si para Sergio Fernández "Taz" los últimos 20 años de su vida han representado dicha y sufrimiento, esfuerzos y recompensas dentro del medio rockero guatemalteco, el futuro significa un sueño que compartir con todo aquel que desee visitar este "templo" del rock de Guatemala. Lo que será posible a partir del 30 de agosto, día en que Rock'ol Vuh abre sus puertas en el corazón de cuatro grados norte. Estamos seguros que tanto medios como público y artistas ayudaran a que este lugar, día a día, sea mágico y especial.

El nuevo material musical de Taz: "Sentido Azul" el cual fue calificado por su autor como "el proyecto más ambicioso que ha emprendido en toda su carrera" es el mejor emblema que ilustra bien la necesidad por renovarse constantemente para hacer del rock una propuesta fresca que pretende llevar un mensaje positivo y una visión alternativa de paz y orgullo nacional.